EQUIPAJE GADGET.

Ocupan poco espacio, sin embargo, su utilidad es inmensa sobre todo en situaciones como el Camino de Santiago. Se trata de pequeños accesorios que pueden hacer la vida mucho más fácil y resolver muy diversas situaciones a lo largo de este especial recorrido.

Uno de los gadgets más prácticos consiste en algo tan sencillo como unos tapones para los oídos. No hay duda de que el entorno de los albergues no favorece el descanso (a menos que se cuente con una habitación individual con baño) ya que se agrupan varias personas, de muy distinta índole, en una sola estancia. Ronquidos, movimientos y ruidos son muy comunes por lo que disponer de un plan B para afrontar estas incomodidades es muy recomendable. De igual manera, se aconseja el empleo de antifaces de noche para evitar ser desvelado por la luz de las linternas de otros peregrinos cuando tratan de preparar la mochila en medio de la oscuridad o hallar el acceso al baño.

Pinzas y cuerda para improvisar un tendedero en cualquier rincón (no todos los alojamientos cuentan con zonas habilitadas para ello) así como aguja e hilo para realizar algún que otro remiendo urgente deberían también formar parte de ese kit de supervivencia en miniatura. A este habría que añadir: esparadrapo para la prevención de ampollas;  bolsas de basura para múltiples usos (ponchos para la lluvia, funda para la mochila, separación de la colada…etc); pastillas de jabón para el aseo personal o para lavar las prendas sucias y alcohol para desinfectar heridas o incluso como desodorante.

En definitiva, todos estos artículos (y seguro que faltan algunos) constituyen una gran ayuda. Pequeños pero muy funcionales, logran sacar de muchos de esos apuros con los que casi todo caminante acaba topándose por lo que, sin duda alguna, deberían estar incluidos en cualquier mochila de peregrinaje.

Fuente: Vojo.es