EN OTOÑO.

El otoño es la estación que concentra mayor número de peregrinos en el Camino y no es casualidad ya que se trata de un período que goza de excelentes condiciones que animan a emprender la aventura. Y no solo por la temperatura…

Es cierto que el clima, en general, resulta benévolo en ésta época ya que todavía no ha entrado el invierno con sus bajas temperaturas y heladas y el verano, con sus altas presiones se ha ido diluyendo entre hojas caídas y vientos más frescos. Quizá por todo ello, sea un tramo temporal poco masificado y bastante tranquilo en el que los peregrinos pueden disfrutar de mayor libertad de movimiento.

Por contra, las horas de sol se ven notablemente reducidas por lo que se dispone de menor tiempo para las caminatas y visitas a localidades cercanas. El peso en la mochila también aumenta ya que el vestuario es más grueso y los accesorios complementarios son más variados (para la lluvia, el viento y el frío…). Y, sin duda alguna, las sorpresas meteorológicas se intensifican por lo que conviene estar preparado para cualquier situación…

Lo que sí se puede decir, es que el otoño tiene, como todo en esta vida, sus ventajas e inconvenientes pero si hay algo que destaca es la calma y la belleza paisajística que ofrece. En este sentido, entre las muy diversas rutas que se pueden realizar, el Camino Francés, el Camino del Norte y el Camino Primitivo son los itinerarios más recomendados por su esplendor escénico. Una apuesta segura para aquellos peregrinos que buscan descubrir parajes de una notable riqueza natural.

Y si quieres descansar mientras disfrutas de un entorno espléndido, HOSTAL GAU TXORI.