EL CAMINO OLVIDADO.
Son innumerables las rutas alternativas del Camino de Santiago y es que, cada peregrino, diseña su propio recorrido y lo hace único. Sin embargo, existen itinerarios habituales y comunes transitados por la mayoría, pero también trazados que caen en el olvido como el Viejo Camino de Santiago o Camino Olvidado, un recorrido de 637 km que une Bilbao y Villafranca del Bierzo y se incorpora posteriormente al Camino Francés.
Está documentada como una de las primeras vías jacobeas y surgió entre los siglos IX y XII, cuando el territorio español se encontraba en plena reconquista de las tierras ocupadas por las tropas musulmanas. En aquellos momentos, las batallas eran continuas y devastadoras por lo que los peregrinos, asustados, decidieron alejarse de los caminos del interior para buscar alternativas por el norte de la península. Sin embargo, el itinerario costero también era demasiado complicado. En medio de la encrucijada, la única posibilidad que quedaba era adentrarse en lo que hoy se conoce como Camino Olvidado.
A través de esta ruta se lograba atravesar la cordillera pirenaica y continuar por la zona baja de la montaña que no dejaba de entrañar ciertos peligros y complicaciones. Por este motivo, cuando las zonas llanas de la meseta norte cayeron del lado de la Reconquista, los Reyes de Navarra y Castilla y León decidieron incrementar la seguridad en el Camino Francés para ofrecer una alternativa más segura y sencilla. De ahí que el Camino Olvidado fuera, precisamente, olvidado.
En la actualidad son varias las asociaciones que tratan de recuperar el uso de este camino, en parte por su historia y por el patrimonio arqueológico que ofrece. Palacios, villas romanas, torreones, murallas y puentes pueblan la zona y la convierten en un centro de atención cultural de lo más interesante.
Una ruta que tal vez abandone pronto el desuso para convertirse en una alternativa devuelta a la realidad jacobea.
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¡Buen Camino!
Fuente: pilgrim.es
Imagen: Pixabay
