ES EL MOMENTO.
Para muchos constituye un punto de inflexión en sus vidas. Y es que tras la experiencia del Camino nunca vuelven a ser los mismos…Cambia su modo de ver la vida, de afrontar las relaciones, de entender el mundo…Sus prioridades se ponen patas arriba y los retos que un día parecían inalcanzables se vuelven más reales. O todo lo contrario. En definitiva, esta aventura además de emocionante resulta esclarecedora.
Y lo cierto es que la rutina actual cargada de prisas, obligaciones, preocupaciones y desafíos hace más que nunca necesario un momento de reflexión. Una pausa que permita tomar perspectiva, respirar profundo y analizar si existe una mayor o menor distancia entre lo que se tiene y lo que se desea; si se está en el rumbo correcto o si es necesario comenzar a explorar nuevas rutas. Se trata de una especie de meditación consciente, necesaria cada cierto tiempo, y que puede tener lugar entre paisajes hermosos y largas caminatas.
El Camino se convierte en un recurso especialmente enriquecedor que en ocasiones se persigue como objetivo y en otras surge de la nada y sorprende al peregrino. Y es que es un viaje duro a la vez que maravilloso, un desafío y una invitación, como decía hape Keerkeling, que te deja acabado y vacío, que te quita toda la fuerza y te la devuelve triplicada.
Es, en definitiva, la oportunidad de limpiar la mente, de liberarse del lastre cotidiano y del yugo tecnológico para reconectar con la naturaleza y con el hombre. Porque, en una sociedad cada vez más consumida por la urgencia, la impaciencia, la rivalidad y el materialismo, se hace más que nunca imprescindible hacer un alto en el camino para recordar quiénes somos. Es precisamente, ante esta inquietud, que el Camino surge como respuesta en cuanto constituye una de las experiencias más gratificantes y aleccionadoras de la vida.
Vivelo una vez. Siente su impronta para siempre.
Y, a tu paso por Zubiri, descansa en un lugar privilegiado. HOSTAL GAU TXORI, comida tradicional, alojamiento y un entorno natural espectacular para peregrinos y caminantes.
