GASTRONOMÍA NAVARRA.

Navarra se distingue, gastronómicamente, por los pequeños bocados, esos pinchos que forman parte de una cultura muy arraigada en la zona y que además permiten probar un poco de todo. Muchos son obras de arte culinarias ya que van mucho más allá del concepto pan + ingrediente. Pero para las ocasiones en las que el estómago pide más mesa que barra, existen algunos platos típicos cargados de sabor y tradición que también harán las delicias de cualquier paladar.

Gracias al Ebro, la variedad y calidad de las verduras es indiscutible. Desde los cogollos de Tudela, los espárragos (fresquisimos desde abril a junio), pimientos del piquillo de Lodosa, alcachofas, borraja, cardo o una deliciosa menestra a la que cada cocinero aporta su propio toque personal.

Las carnes no se quedan atrás, de hecho, son una de las experiencias más recomendables para sumergirse en los placeres culinarios de la región. Ternera de Navarra, cordero al chilindrón, chistorra o relleno son algunos de los manjares más típicos. A ellos se les suman pescados del Cantábrico que toman forma en platos como el ajoarriero, para degustar solo o en bocata o la trucha navarra, tanto frita como rellena con jamón o panceta.

Para cerrar el banquete, suelen ofrecerse postres populares entre los que cabe mencionar la cuajada, con su sabor a piedra quemada; la goxua o la leche frita que se añaden a cartas más amplias que recogen los clásicos helados, natillas o flanes.

En Hostal Gautxori, en Zubiri, encontrarás muchas de estas delicias incluidas tanto en el Menú de peregrinos como en la Carta, para disfrutar en nuestros comedores. Salones de 180 m2 y con una capacidad para 200 personas que resulta ideal para albergar celebraciones, comidas de grupo o grandes excursiones. Y, por supuesto, creamos menús a medida para que la experiencia gastronómica resulte perfecta en cada ocasión. 

Fuente: iperegrinos