DECÁLOGO PEREGRINO
Realizar el Camino de Santiago supone una experiencia personal de lo más gratificante. Pero también puede llegar a ser ardua, compleja y agotadora. Algunos romeros se han atrevido a crear una lista de los 10 Mandamientos que pueden servir de guía al caminante y arrojar algo de luz cuando las cosas se tuercen, los pies duelen o el cansancio apremia…
Estos son los preceptos del peregrino que se hallaron en la Asociación de Amigos del Camino en Alicante (1998) y cuya posible autoría pertenece a los sobrinos del cura Segura de León de Badajoz.
- Seguirás las flechas sobre todas las cosas:
Hay quienes consideran que la señalización a lo largo de la ruta es mejorable pero, al parecer, todos están de acuerdo en que las famosas flechas amarillas sacan de muchos apuros.
- No recorrerás kilómetros en vano:
Separarse de dicha señalización para dejarse guiar por la buena fe y por las indicaciones de otras personas puede ser contraproducente. No todo el mundo es experto, aunque brinde su consejo con buenas intenciones, así que lo más seguro es que se termine alargando el recorrido e incrementando el estado de agotamiento. Flechas siempre.
- No descansarás ni en fiestas: Es decir que dejarse atrapar por esas cálidas sábanas que parecen adherirse perezosamente al cuerpo solo servirá para prolongar innecesariamente el trayecto. Madruga y arranca a caminar lo antes posible.
- Llamarás a tu padre y a tu madre:
Cuando sea posible, haya cobertura y oportunidad. Y es que no siempre es posible contar paso a paso las propias vivencias a los padres porque la tecnología puede fallar o porque puede que, simplemente, no sea el momento adecuado y luego pase al olvido. Si hoy no es posible hacer esa llamada no hay que alarmarse…entenderán que te pongas en contacto mañana. - No pararás.
Porque cuanto más extensas sean las paradas mayor será el tiempo necesario para avanzar y alcanzar la meta. Descansar es necesario y justo. Disfrutar también. Pero todo en su medida…
- No llevarás calcetines impuros:
Lavar los calcetines después de largas caminatas es de lo más aconsejable sobre todo si se duerme en albergue con habitación compartida. Es un gesto que cuesta muy poco (si el tejido es de rápido secado) y que puede hacer un gran favor a la comunidad…
- No te quejarás:
Sonreír puede resultar difícil cuando diluvia, hace frío, no se sienten las piernas y aparecen las primeras señales de auténtica fatiga pero es posible. Quejarse solo puede contribuir a empeorar el estado de ánimo y a sumirse en pensamientos derrotistas y negativos. Caminar con positividad y con humor es lo que puede salvar este tipo de momentos. - No dirás falsas distancias al hablar.
Mejor ceñirse a la realidad del trecho recorrido. Es más honesto y no hay que demostrar nada ante nadie.
- No tendrás pensamientos ni deseos de irte:
Seguramente en diversas ocasiones surgirá la idea de echarse atrás y de poner fin al cansancio. Considéralo un síntoma de debilidad y recuerda que eres fuerte.
- No codiciarás las ampollas ajenas.
Y es que con las tuyas ya tendrás bastante. Gajes del oficio que más adelante recordarás como heridas de una gran victoria.
Un decálogo que se resume en dos instrucciones:Andarás sobre todas las cosas (si vas a pie) y cuidarás la mochila ajena como la tuya misma.
Fuentes: cuatrocantones.com/caminodesantiago/ vivecamino Imágenes: Pixabay.